jueves, 1 de abril de 2010

cambios

Estuve en el sur.Bariloche para ser más puntual. Quiero vivir ahi. Y lo voy a conseguir.
Paseando por el centro, senti olor a lavanda, y como Proust recordaba con su magdalena, yo recorde gracias a ese olor, que mi abuelo me hacía ramitos de lavanda que cultivaba en el jardín para que lo pusiera entre la ropa.
También él tenía una, colgada en la puerta de su ropero. Toda su ropa tenía ese olor.
Y en ese momento, lo sentí cerca. Yo recuerdo por olores, pero no se porque con mi abuelo me cuesta sentirlo a mi lado, presente. Será porque es lo que más deseo y de tanto desearlo, no ocurre.
Pero allí ocurrió, lo sentí, muy cerquita,pero muy lejos.
"quiere un ramito de lavandas señora" me dijo un niño. Con una lagrimita en mi rostro, sin que Javier se diera cuenta, tímidamente le dije: no mi amor.
Pero en ese momento, decidi que esto debería cambiar. La rayuela estará, con su cielito, pero esta vez estará perfumada por un ramito de lavandas.